Uno de los mayores retos a los que un sistema de gestión de proyectos puede encontrar, es la necesidad de adaptarse a las diferentes necesidades de cada proyecto con un mínimo esfuerzo. Para resolver esta situación es importante contar con un flujo bien estandarizada y un control estandarizada, que es independiente del tipo de proyecto, pero al mismo tiempo ser lo suficientemente flexible como para incorporar las particularidades de cada proyecto, lo que permite la gestión local para ser libre de personalizar salidas de datos si lo deseas.